La Escalera

La escalera es un elemento inclinado de paso, pedestre, establecido entre dos niveles diferentes con una pendiente comprendida entre 15 y 60º. Se destina al uso de las personas mas diversas (niños, ancianos, personas con ciertas discapacidades, etc) y debe contemplar como posibilidad los usos alternativos mas diversos (juegos de niños, apoyo de fuertes cargas imprevistas, paso de instalaciones, manipulación de objetos de gran volumen (muebles), etc).
Por ser elemento de enlace y circulación entre diversos planos horizontales, las escaleras tienen unas exigencias de funcionamiento para facilitar su uso:
Acceso sencillo, reducción de las distancias a recorrer y adecuada iluminación –natural si es posible- para evitar caídas. La altura del paso no será inferior a 2,20m y se deben evitar siempre que se pueda los peldaños irregulares (aprovechando para absorberlos las partes irregulares como los descansillos), la transición de peldaños regulares a irregulares debe ser imperceptible, respetando determinadas recomendaciones de diseño (longitud de tramos, dimensiones de peldaños, etc)
Junto a los fines utilitarios aparecen con igual fuerza los estéticos. Aunque muchas algunas son molestas, la gran mayoría de las escaleras tienen una carga decorativa o simbólica muy marcada y ocupan un lugar de honor en el edificio

 

Escalera y símbolo

En la arquitectura monumental la escalera juega un papel teatral de gran importancia (véanse los teatros y palacios de operas principalmente) que pretende impresionar y elevar al ciudadano de a pie a un plano superior, el de las artes o el poder.
Un ejemplo significativo es el proyecto del Reichstag que realizo Albert Speer para Hitler, que a base de gigantescas escaleras y enormes alturas preparaba emocionalmente a los embajadores a presentarse ante el führer. Ejemplos parecidos encontramos en muchos palacios reales del Barroco.
Escalera en latín se escribe progreso.